Seguramente te estés preguntando, ¿quién es Clara Mateo Sabadell y por qué puede ayudarme?
Soy madre, esposa, postergadora crónica, apasionada del deporte y la comida sana, tetralingüe, doctora en musicología, pianista, chelista e historiadora del arte. Muchos de estos adjetivos avalados por sus correspondientes títulos. Al poco de leer la tesis me dí cuenta de algo que había estado más de veinte años ignorando: soy escritora. Siempre lo he sido, pero me ha costado mucho verlo y asumirlo. Por eso, gracias a mi largo proceso de búsqueda, estoy segura de que puedo ayudarte, por la sencilla razón de que te entiendo. Créeme, he estado ahí: estancada, frustrada, perdida y sola.
Después de siete años atascada con mi tesis doctoral conseguí terminarla en seis meses trabajando cuatro horas diarias, ¡de lunes a viernes! No elegí ese tiempo, era el único que tenía. Cuando mi hijo cumplió nueve meses recibí un correo de la Universidad con el temido ultimátum de que si no quería cambiar de plan (que no quería) tenía que depositar la tesis en seis meses. Fue entonces cuando decidí buscar una guardería para dejar al niño y 4 horas al día era lo máximo que podíamos permitirnos. Ni más ni menos. Me sentía como Indiana Jones luchando para salvar su vida en el último minuto (minuto 1:10). Reptando frenética para pasar por debajo de la puerta de piedra antes de que se cerrara definitivamente. Y lo conseguí. Por los pelos, pero lo hice.
Ahora miro atrás y me doy cuenta de que podía haber hecho las cosas de otra manera. No es necesario pasar por toda esa angustia para terminar el maldito libro. En mi caso fueron dos ladrillos de cuatrocientas páginas cada uno (aunque el segundo es un catálogo y transcripciones de música). Puedes verlos en la foto que me hizo mi padre el día después de la defensa. ¡Ni siquiera parezco contenta o feliz! Recuerdo que me sentía muy cansada y vacía. Todavía me acompaña la sensación de ligereza tras depositar (muy acertado el verbo) la pesada carga que había estado siete años sobre mis espaldas. En aquellos momentos sentía que estaba a punto de salir volando (o desmayarme, mucho más probable).
Repito, ¡no es necesario pasar por todo eso! El método que seguí durante esos seis meses funciona. Aúna técnicas de todas las disciplinas en las que me he formado y su aplicación a mi trabajo como doctoranda fue la clave de mi éxito. Ahora sé que con las herramientas necesarias se puede escribir una buena tesis sin por ello dejar de dormir, comer sano, o de vivir. No quiero que sufras como yo he sufrido para llegar a este conocimiento. Por eso me propongo ayudarte a terminar tu tesis y ¡que disfrutes con ello!